DISTANCIA: 19 Km .
Ida y vuelta Tiempo: 6 horas
Hoy hemos salido de casa a las 9
y después de recorrer 90 Km .
llegamos a Tarifa, aparcamos detrás del Castillo de Guzmán El Bueno donde un panel informativo nos informa del sendero.
Todo el recorrido es paralelo a la línea de playa pero una bruma de
levante nos impide ver la costa de África, aunque lo espectacular son las calas
que nos vamos encontrando formando autenticas piscinas naturales de muy difícil
acceso.
El recorrido esta bastante bien
marcado, tendremos que cruzar algunos arroyos hoy en día secos que se dirigen
al mar, imagino que no se encontrará impedimento alguno para hacerlo incluso en
invierno.
Vemos numerosos Bunkers en todo
el trayecto algunos en muy buen estado de conservación, estas estructuras
fortificadas fueron construidas durante y después de la guerra de 1936.
Es sorprendente contemplar los
surcos originados en las rocas en algunas calas y en otras como se han
acumulados los guijarros formando
playitas de piedras.
Por dos ocasiones hemos tenido
que pasar por un pastizal de ganado vacuno donde los terneros se pegan a sus
madres. También circulamos por muchos
cauces secos de arroyos.
El recorrido es muy ameno, pero
debemos tener cuidado en un pequeño tramo estrecho que deberemos evitar por
riesgo de caída, así que cuando lo veamos subiremos un poco, también algunas
veces bajaremos hasta la misma orilla y podremos contemplar la degradación del
litoral, todo un espectáculo.
Llegados a una antigua
construcción en ruinas, posiblemente fuera acuartelamiento de la Guardia Civil , descansamos y
observamos todo el litoral, esta es también una zona de avistamiento de
cetáceos, numerosos barcos pasan para un lado y otro algunos de enorme tamaño.
Continuamos con nuestra marcha y
ya divisamos la torre del Guadalmesí, pero no dejamos de sorprendernos viendo
cada una de las calas es muy espectacular merece la pena el esfuerzo.
Junto a esta espectacular atalaya
también encontramos edificaciones de acuartelamientos en estado ruinosos,
podemos contar que la construcción de esta torre se realizó en el año 1588, en
la misma desembocadura del río Guadalmesí, aquí venían los barcos enemigos a
tomar agua porque era el único punto donde se podían abastecer en verano, de
esta forma se alertaba de la presencia de enemigos.
Bueno decidimos resguardarnos en
el mirador para poder comer ya que el fuerte viento de levante no nos deja ni
hablar en algunos momentos, nuestros bocatas de tortilla son devorados, Lourdes
además con sus patatas fritas y Petra con su tortillita de régimen.
Emprendemos el regreso por el
mismo camino y ahora las vistas son iguales y diferentes, los contraluz nos dan
nuevas sensaciones y más fotografías, paramos en una cala de redondas piedras
para refrescarnos y sin perdida de tiempo llegamos a Tarifa. Creo que merece la
pena volver.
CARLOS Y PETRA MIEMBROS DEL CLUB AL-SENDERO
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