DISTANCIA: 13,5 Km. Lineal y Circular
Tiempo: 5 horas y media
Este abrigo-cueva al que hoy
vamos intentar llegar se denomina Laja Alta se encuentra situado en el Parque
Natural de Los Alcornocales, término municipal de Jimena de la Frontera. Fue
dado a conocer en el año 1978 por el funcionario del Ayuntamiento de Jimena, Sr
Corbacho. Su ubicación en una zona escarpada de difícil acceso y sus escasas
dimensiones hacen poco probable que hubiera sido utilizado como “santuario”. El
lugar debió ser utilizado, entre otras razones, para determinar el transcurso
de las estaciones, funcionando por lo tanto como un calendario astronómico.
Salimos de casa a las siete de la
mañana, para dirigirnos a través de la autovía Jerez – Los Barrios hacia Jimena
de la Frontera. Llegamos al inicio de la ruta por la carretera Jimena a Puerto
Cáliz, CA-3331, unos seis kilómetros.
Buscamos aparcamiento en el Área
Recreativa Los Acebuches y caminamos un pequeño trayecto por la carretera hacia
el cortijo Los Barracones, contiguo a él una cancela donde se inicia la ruta. Cuidado
con los perros.
El camino baja hasta el Río Hozgarganta que lo
cruza por un puente construido sobre varios tubos de hormigón. Este río nace en La Sauceda,
en la sierra del Algibe, y circula durante todo su recorrido por el
interior del Parque natural de Los Alcornocales donde
forma un interesante ecosistema de bosque de ribera.
Girando a la izquierda cruzamos
el arroyo Jateadero que baja de agua bellísimo, se une al río en este lugar.
Ahora una cancela nos ofrece por
la derecha un paso que debemos dejar cerrado, el camino sube sin grandes
obstáculos por el Monte Jateadero, pronto llegamos a un montículo desde donde
obtenemos bellistas imágenes de toda la zona, a nuestra izquierda un bosquete
de eucaliptos.
Continuamos nuestra marcha y nos
vamos viendo rodeados de alcornoques de un gran porte y belleza, muchos con una
altura extraordinaria, algunos quejigos embellecen aun más las alomadas
pendientes y de nuevo algunos eucaliptos rojos.
Ahora va desapareciendo la
vegetación arbórea para dar paso otra vez a lentisco y acebuches y algunos
madroños. Después de ver un peñón a nuestra derecha donde anida una colonia de
buitres llegamos a un encerrado para animales y enseguida vemos la portada del
cortijo Altabacar.
Decidimos seguir adelante ya sin
senda marcada entre bellísimos alcornoques retorcidos y dando al lugar un
aspecto misterioso y encantador, pasamos una primera laja enorme con una fuerte
pendiente y continuamos hacia nuestro objetivo.
Rodeando una gran roca vemos la
reja que protege el abrigo con lo que la emoción aumenta; en un primer momento
no vemos nada, hasta que no retomamos el aliento y poco a poco observamos
algunos trazos. Lo primero que salta a la vista son los dibujos de los barcos,
hechos de forma esquemática pero con gran acierto. Se ven velas, remos y se
percibe la diferenciación entre diversos tipos de naves, e incluso lo que
parece un puerto o varadero.
También en el
abrigo de la Laja Alta vemos una variada y curiosa secuencia narrativa, con
motivos muy diversos, símbolos esquemáticos ocupan la parte superior del
abrigo. A la derecha y en el extremo más alejado destaca por su emplazamiento y
tamaño una figura armada ubicada en el centro, tres figuras antropomorfas
representan arqueros con los bazos extendidos sujetando el arco en posición
estática o armados con hacha o maza. Aparece junto a ellas un estelado de ocho
puntas y más allá una figura, que pudiera ser la de un astado.
Este conjunto está fechado sobre
los años 1000 y el 700 a d C. y lo más importante es imaginar el choque que en
esa época debió significar a los pobladores de la zona, que vivían en cuevas
dedicados probablemente al pastoreo, con un desarrollo muy limitado, al
contactar con pueblos como los fenicios y los griegos, con una ingeniería avanzada
para la época, y que habían logrado progresos tecnológicos tan importantes como
el de la navegación, y que habían construido asentamientos en la costa que nos
rodea.
Bueno después de un rato de
observación y descanso llega el momento del regreso, ahora retrocedemos unos metros
para rodear la gran mole de arenisca y comenzamos a bajar por una empinada
pendiente, algunos hitos de piedra nos ayudan a ir localizando el camino, una última
mirada al abrigo a modo de despedida y cruzando varios arroyos divisamos la finca
a la que nos dirigimos, subimos pegados al muro de piedra hasta la cancela del cortijo Altabacar.
Ahora por el mismo camino que habíamos
llegado, regresamos hasta el río Hozgarganta que cruzamos para subir hasta la
finca los Barracones, dando por finalizada esta interesantísima ruta.
ESTA RUTA LA HEMOS PODIDO REALIZAR GRACIAS AL BLOG DE MANUEL.
ESTA RUTA LA HEMOS PODIDO REALIZAR GRACIAS AL BLOG DE MANUEL.
CARLOS Y PETRA MIEMBROS DE AL-SENDERO
Enhorabuena por la ruta. A mi las pinturas rupestres es que me encanta visitarlas. Buena ruta la vuestra, y aprovecho para desearos unas Felices Fiestas.
ResponderEliminarMuchas gracias, nosotros no hemos visitado otras cuevas ni abrigos, pero nos ha entusiasmado, iremos a otro cuando podamos. Saludos cordiales. Igualmente, Felices Fiestas
EliminarOs felicito por haber llegado hasta las pinturas de la Laja Alta. La escursión no es moco de pavo, la distancia es considerable y la bajada desde el cortijo Altabacar hasta el abrigo tiene un fuerte desnivel. Si alguna vez pensáis volver os recomendaría que en lugar de subir por el carril, lo hagáis por el sendero de la garganta de Gamero ya que es más salvaje y hay que estar muy atento a la orientación, lo que le da un aspecto más aventurero a la ruta. Lo dicho os FELICITO.
ResponderEliminaramanchac@hotmail.com
Gracias por tu comentario Antonio, la verdad que la ruta es preciosa y acepto tu idea de la Garganta de Gamero, voy a documentarme al respecto. Saludos cordiales
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