PTO. BOYAR, CASA DORNAJO, CASA FARDELA
17 de
Octubre de 2010
DISTANCIA: 10 Km .
Ida y vuelta
Tiempo: 5 horas.
En
algunos momentos se hace difícil hacer una descripción de la ruta que hemos
realizado, no por su complejidad, tampoco por su dificultad si no por su
singular belleza.
Esto
no me atrevería ni pensarlo, ni escribirlo hace cinco o seis años, cuando
precisamente este sendero lo teníamos “atragantaito”, no dábamos con la Casa del Dornajo y nos
volvíamos a la mitad del camino.
Curiosamente
desde estos alrededores, parten alguna de nuestras rutas preferidas, es quizás
una de esas zonas emblemáticas que se te quedan grabadas en la mente y que te
sirven de aprendizaje.
En
la ctra. A-372 llegaremos a su punto más alto El Pto. Del Boyar 1.112 Mts.,
aparcaremos junto al merendero sin dificultar la maniobra de otros vehículos.
Atravesando
la valla que siempre dejaremos cerrada, iremos ganando altura en una pendiente
resbaladiza. Saber que es muy educativo poder aprender sobre la marcha donde y
como nace el río Guadalete, para nosotros de singular importancia.
Llevando
poco más de media hora, a nuestra espalda queda la grandiosa mole de la Sierra del Pinar, la mires
como la mires siempre grandiosa, espectacular, majestuosa abrazando con sus
laderas gran parte de la Sierra
de Grazalema.
Sin
descanso pero con paciencia, llegaremos a uno de los mejores miradores
naturales de toda la Sierra
del Endrinal, el Puerto de las Presillas, tendremos que girar a nuestra derecha
para dirigirnos hacia una angarilla, este será el segundo paso hacia nuestro
destino.
Una
pequeña ensenada nos da luz hacia el magnifico valle de encinas, hoy diezmado
quizás por las labores de carboneo que se realizaban, para sustento de muchas
familias de la sierra.
En
este valle, uno de nuestros propósitos será también hoy, el de buscar Encinas
gemelas, quizás sembradas así, pero de todas formas muy singular.
Ahora
vemos de frente el magnifico Circo que forma El Reloj, El Simancón y la mole
del Caillo, iremos avanzando entre un bosquete de encinas para inmediatamente
divisar a lo lejos los álamos situados junto a las ruinas de la
Casa. El camino está perfectamente marcado.
Sin
dejar de recrearnos en este entorno tan plácido, tranquilizador, tan bello, caminamos
hacia nuestro objetivo, no dejaremos de visitar los derruidos corrales, las
cercas para la siembra y numerosos arroyuelos que impregnan todo el suelo dando
un espectacular verdor a toda la zona.
Ahora
nos dirigimos hacia un abrevadero labrado en piedra con tres senos de donde
brota agua todo el año, nos sorprenderá su frescor y su sabor.
Bueno,
bueno esto nos ha sabido a poco, “así que nuevo reto”, sobre la marcha y sin
pensarlo, seguimos la vereda perfectamente marcada, que tan solo se pierde en
algunos tramos pero que nuestra intuición nos ayudará a orientarnos.
Rumbo
a Casa Fardela después de cruzar una nueva angarilla que como siempre dejamos
cerrada.
Ni
nosotros nos lo creemos, sin pensar llegamos al punto indicado en el mapa,
alguno se quedaría a pasar la noche, pues el sitio invita, acoge, lo pondremos
en nuestra libreta de objetivos.
Comenzamos
el regreso por el mismo camino y paramos en el abrevadero para comer y
descansar, volvemos a analizar todos los restos de antiguas construcciones.
Las
“encinas gemelas” nos piden que no nos vayamos, que no las dejemos solas o que
por lo menos otro día volvamos.
Nos
hablan las montañas y nos cuentan como se vivía aquí hace unos años y que solo
la desgracia podría hacer que alguien se fuera de estas tierras, como así
ocurrió...
No hay comentarios:
Publicar un comentario