SENDERO
LAS ALPUJARRAS GRANADA
25 de
Septiembre de 2009
DISTANCIA: MUCHOS Km. Aproximadamente ida y vuelta.
Tiempo: 2 DÍAS Y MEDIO
Si empezamos así la gente no se va a enterar de “na”,
muchos Km. dos días y medio, de que vas, aclárate cojones…, aclárate, ¡es
verdad!.
Aunque lo que más nos encanta ahora mismo es ir de
senderos, también ponemos en practica algunos viajecitos, según nos permita la economía,
y a la vez realizamos la marca de futuras rutas y caminos, como este ha sido el
caso, sin pensarlo mucho el “finde” del 25 al 27 de Septiembre de 2009 nos
marchamos a Las Alpujarras de Granada.
Después de pasar por Motril vemos la primera
indicación de nuestro destino, concretamente nuestro campamento lo situamos en
Orgiva, uno de los pueblos más grande si no el que más de de toda la Alpujarra , ’’un camping
mu decente quillo’’, nada más llegar y establecernos, baño en la piscina y nos dirigimos a realizar la primera visita
nocturna a tan singular pueblo, lleno de extranjeros, ’’comunas gipis’’, hasta
un enclave budista, pero nos encontrábamos un poco cansados así que decidimos
irnos a dormir prontito, pues el día que nos esperaba era de rechupete, a
saber, Juan padre, Cati, Petra, Juan hijo, María, Diego, Lourdes y un servidor
después de cenar, a dormir, en el pedaso de cabaña que habíamos concertado.
Lo advierto me esta costando un montón de trabajo
colocar las fotos, porque no se por cual decidirme, me gustan hasta las feas.
El día amaneció resplandeciente, alegre, bonito,
mucho animo en el grupito, y mu buen rollo, desayuno e inmediatamente pusimos
rumbo a TREVELEZ, si con mayúsculas, es el pueblo más alto de la península, ni
jamones ni na, valla pedazo de paisaje (lo siento no voy a poner todas las
comilla), nos íbamos quedando perplejos en el camino, mi mujer me mira y yo de
reojo la contemplo, le gusta como y por donde vamos.
Soportujar,
Pampaneira, Bubión, Capileira, Capilerilla, Portugos, Busquistar, Trevelez, si
se me olvida alguno luego lo pongo, son algunos de los pueblos que hemos
visitado, El Tajo de Poqueira es grandioso el corte que realiza en la comarca,
’’cuidado Juan’’ se nos acaba de cruzar una cabra montes por delante del coche,
sustillo. La vegetación a medida que vamos cambiando de carreteras es más
exuberante, los castaños nos abrazan con sus ramas en algunos tramos cruzan
literalmente la carretera, manzanos, melocotoneros…, no tengas prisa, para en
cada esquina que puedas y baja del coche, embruja el paisaje si sabes verlo con
buenos ojos, nada más tienes que imaginar, la tradición y las historias que
todos estas tierras encierran de reyes, moros y cristianos.
Enternece pensar que todavía queda gente dispuesta a
soportar menos de 0º de temperatura muchos días del año, incluso quedarse
aislados alguna que otra semana, ’’mira, mira, allí ¿que pueblo es?...., allí,
aquello es nieve o no es nieve, que si’’, deben ser dos pozos que han soportado
las temperaturas del verano.
Cada pueblo tiene su encanto, nos asombra mucho el
tipo de construcción, que eso si es semejante en la mayoría salvo las zonas
modernas, los techos no tiene tejas ni inclinaciones que permitan las caídas de
las aguas nos sorprende, muy curioso.
La pizarra, mineral muy utilizado en estas construcciones,
se pintan de blanco, chimeneas con sombreros, las vigas no se trocean y se
ponen rectilíneas, sino que se dejan los troncos para soportar los techos, todo
nos apasiona. Llegaremos a una gasolinera de Capileira desde donde podremos ver
la cumbre del Mulhacen, y es aquí en este pueblo donde obtenemos la mayor
información para poder realizar el ascenso cuando estemos lo suficientemente
preparados, nos proponen un mini-bus para llevarnos al Mirador de Trevélez,
para hacer la subida más cómoda, bueno, bueno, ya veremos.
Hemos comprado algunos souvenir y recuerdos, y una
alfombra para nuestro saloncito y me veo a los niños comiendo uvas moscatel,
¿de dónde? Ahí un poco más abajo, vaya tela, Capileira da mucho de si.
Puerta de Sierra Nevada, nada más y nada menos. No
te pierdas la Ruta
del Agua, con sus doce fuentes típicas y encantadoras, vemos un señor labrando
la tierra y después de charlar un rato nos enteramos que tiene puesto los
aspersores regando con la fuerza de la caída del agua, no necesita motores, el
nos comenta que ’’el agua viene de allá arriba, de to lo alto con mucha fuerza’’,
no hace falta motor.
Nos vamos dirección a Trevelez, con la miel en los
labios, pero el tiempo nos apremia, Juan padre no quiere la carretera de noche,
normal con tantas curvas, pero despacito y con precaucion vemos los primeros
techos curiosos del pueblo de los Jamones, aparcamos y después de echar un
vistazo nos acercamos a un secadero, que nos ofrecen visitar después de comprar
unas chacinas, ’’je, je, que de jamones quillo’’.
Dirigiéndonos a lo más bajo buscando un sitio donde
comer, porque a los niños con tanta visita se les ha abierto el apetito, vamos
al rio Trevelez en un llanito liquidamos el jamón de Cati, el queso de Petra, y
todo lo que había en la bolsa. Hemos visto el peral más grande de toda nuestras
vidas, vaya inmensidad, ’’que pedazos de peras’’, cientos en el suelo, caen
algunas gotitas de agua.
Idem, de idem, tenemos que irnos se hace tarde,
bueno que vamos hacer.
De vuelta hacia el camping, hemos comprado miel y
probamos las frambuesas en un mercadito a pie de la carretra, paramos en
Portugos para traernos unas botellitas de agua de Fuente Agria, ’’esta
asquerosa, te pica la lengua y sabe a rayos, dicen que es digestiva y buena
para la anemia, es hierro puro’’. La carretera nos ofrece un dulce paseo,
lloviznando todo parece distinto a como lo vimos antes, es el embrujo de las
Alpujarras.
Más que agotados pero no menos maravillados, hemos
subido y bajado bastantes cuestas, llegamos dispuestos a descansar, pero no
hartos algunos decidimos darnos otra vueltecita hasta el pantano y el rio
Gualdafeo, paramos en el sendero de los Mineros, que los niños habían
curioseado por la mañana temprano y lo anotamos para un futuro no lejano, vimos
una fortificación vigía a la que no pudimos acceder, creo más por cansancio que
por otra cosa.
En el río vimos a una bailarina moviendo la cabeza
como una loca y a otra dando saltos y gritando, no, no, no, no…, son María y
Lourdes que les han picado sendas avispas, bueno todo quedó en mera anécdota,
menos mal.
Creo que esta noche si dormimos estamos agotados,
más jamón, más queso, carne al toro, yo que sé, pechá de comer. Mañana Dios
dirá.
Tempranito porque antes de las doce tenemos que
salir del camping y pagar la facturita, no importa porque queremos llegarnos a
Lanjarón que no lo conocemos, dimos nuestra vueltecita y bebimos agua creo que
de todas la fuentes. Tenemos que irnos pa la Isla , han terminado nuestras vacaciones, de
momento, llenos de emoción, orgullos, contentos y sabiendo algunas cosillas
más, de nuestra tierra, estamos en casa haciendo este relato para que nadie lo
pueda olvidar, Mulhacen, cuantas cosas nos tendrás que contar.
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