CASA
DEL DORNAJO SIERRA DE GRAZALEMA
2 de
Marzo de 2008
DISTANCIA: 8 Km . Aproximadamente ida y
vuelta.
Tiempo:
Entre 4 y 5 horas. (Hay que disfrutar)
Este sendero que no
pudimos terminar en otras ocasiones por culpa del frió o la lluvia, nos
disponemos a realizarlo con más ánimo y conocimiento que entonces y elegimos un
día prácticamente primaveral para asomarnos a esta parte tan enigmática de la
sierra gaditana, que no nos deja de asombrar.
Comenzamos nuestra ruta en el Puerto del Boyar, carretera
A-372 desde Benamahoma a Grazalema, encontramos un merendero y aparcamos
nuestro coche con cuidado de no molestar alguna vía de salida, desde aquí también
podremos iniciar otros senderos como el Salto del Cabrero y Los Charcones, que
dejaremos para otra ocasión.
Cruzamos una valla y caminamos por una senda que los días
de lluvia hemos visto desbordado dirigiendo sus aguas hacia el río Guadalete. Hoy
seco todavía resbala en algunos tramos de sombra, el camino nos obliga en la
subida a tomarlo con tranquilidad, enseguida vemos detrás la impresionante
Sierra del Pinar donde el Torreón (1.654 m . punto más alto de la provincia de
Cádiz) y San Cristóbal (1.555
m .) se dirigen a lo más alto.
Antes de una hora ya
estaremos en un llano rodeado de piedras y rocas calizas representando un
paisaje muy característico de esta zona, tenemos que cruzar dos angarillas, que
dejaremos cerradas tras nuestro paso, pues es zona de pasto de ganado, nos
podremos encontrar con algunas reses que no molestaremos. Estamos en el Puerto
de las Presillas. Podemos ver a nuestra izquierda l Simancón y en algunos
tramos el Reloj, si miramos a nuestra izquierda.
Podemos ver la zona de nuestro destino divisando a lo lejos
los álamos que sobresalen junto a las ruinas del Dornajo. Pequeños arroyos
refrescan el camino llenándolo de verdor. El entorno es todo un regalo para los sentidos.
Sin embargo, lo que llama la
atención de este lugar, además de su tranquilidad, es el agua.
En otras zonas de la
Sierra de Grazalema tan sólo encontramos agua los días de
lluvia dada la naturaleza caliza del terreno, aquí se reúne, se combina con el
paisaje, fluye con más generosidad adornando el terreno, fuentes de frescas
aguas, prados anegados en la estación de lluvia, incluso grandes nevadas en los
meses de invierno, arroyuelos, terrazas que antaño fueron fértiles una pequeña
chopera de fresca sombra.
Una vez que llegamos a este derruido cortijo no dejamos de
comprender los días de esplendor que debió tener, con zona delimitadas de
siembra y pastos para el ganado, hoy abandonado por sus dueños por la falta de
rentabilidad, un pequeño abrevadero de aguas heladas nos encontramos a unos
pasos, camino que puede dirigirnos hacia Benaocaz, a través de Casa Fardela o
los Santos Lugares.
Después de reponer fuerzas con nuestros bocatas tomamos el
camino de vuelta por el mismo sitio no sin antes prometernos que vamos a volver
muy pronto porque de verdad a merecido la pena.