7 de Febrero de 2010
DISTANCIA: 6 Km .
Tiempo: 3,5 Horas
Domingo 7 de Febrero de 2010, nos hemos trasladado a
la localidad de Benamahoma, muy conocida por su Fuente del Nacimiento; el río Majaceite tiene su
nacimiento en sus alrededores y atraviesa en su recorrido todo el valle, inundando todo a su paso, provoca
un agradable frescor con aguas cristalinas y su vegetación ribereña. La actual
carretera que nos conduce a Benamahoma no fue construida hasta los años 70, lo
que la ha mantenido aislada a lo largo de su historia y le ha permitido
conservar hasta nuestros días el encanto de la naturaleza en todo su esplendor.
El sendero que vamos a realizar es muy
poco frecuentado en alguno de sus tramos, comenzamos en el centro del
pueblo después de aparcar nos dirigimos
a la parte más alta donde se haya la segunda entrada, encontramos una
marquesina de la parada del autobús.
Justo enfrente veremos un poste de señal
de sendero que a través de una incinuosa subida nos llevará hasta un lugar
fantasmal y mágico un viejo molino abandonado totalmente cubierto de higueras y
enredaderas, merece la pena parar y disfrutar del lugar, pues hasta aquí venían
antiguamente a refrescarse en las tardes calurosa de verano los lugareños según
nos cuentan en el pueblo, aparte de otras historias.
Un poco más arriba una cascada de agua
del arroyo Descansadero despliega su esplendor en una preciosa poza dando más
belleza al paisaje, el cantar de los pájaros, el ruido del agua al caer y los
intensos olores hacen de este lugar un encantador paraíso.
Continuamos a sabiendas de que todavía
nos queda un largo camino por recorrer, tendremos con mucho cuidado que cruzar
la carretera para dirigirnos siempre paralelos al arroyo hacia el área
recreativa los Llanos del Campo.
Nosotros antes de llegar pero una vez
atravesada la primera cancela, entraremos hacia la izquierda por una senda que
habíamos frecuentado algunas ocasiones pero que hoy nos llevará hasta el final
a través de un bosque mediterráneo, con preciosos ejemplares de encinas,
quejigos, incluso Pinsapos, gran cantidad zarzas, palmitos, lentiscos y mucho
tomillo.
Llegando a un pequeño llano a nuestra
izquierda descansamos para reponer fuerzas y disfrutar del entorno, estamos
“maravillados”, reanudamos la marcha y antes de 15 minutos llegaremos a una
angarilla que sobrepasaremos por el lado derecho saliendo al carril del sendero
de acceso restringido del Pinsapar.
Pues bien cuando pensamos que ha sido
magnifico, cuando vamos comentando que ha sido espectacular, que ha merecido la
pena, es más grande todavía nuestra sorpresa pues empezamos a escuchar una
caída de agua que en otras ocasiones no habíamos tenido la ocasión de ver
cuando hemos realizado el sendero del Pinsapar.
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